Uno de los hombres que ayudó a Samuel: “Estaba lleno de sangre, no podía defenderse”

Hoy se ha celebrado la tercera sesión del juicio de Samuel Luiz en el que ha declarado la amiga de la víctima y los dos hombres senegaleses testigos de la agresión

Ibrahima Diack y Magatte Ndyae, los dos senegaleses que ayudaron a Samuel testificaron hoy | EUROPA PRESS

En una nueva sesión del juicio por el crimen de Samuel Luiz que se celebra este viernes 18 en la Audiencia Provincial de A Coruña, han testificado los dos hombres senegaleses que ayudaron a Samuel y la amiga que lo acompañaba la noche de su asesinato el 3 de julio de 2021. Esta última ha confirmado que dos de los acusados, Catherine Silva y su pareja Diego Moaña, profirieron insultos homófobos contra la víctima, siendo Diego Moaña quien inició la agresión al pensar que Samuel lo estaba grabando durante una videollamada, gritándole: “para de grabar, maricón de mierda”.

Lina, la amiga que estaba con Samuel, ha detallado que su amigo fue rodeado por un grupo de personas mientras Moaña lo golpeaba. Además, ha identificado a otro de los acusados, Alejandro Friere, como la persona que lo sujetaba por el cuello mientras Diego le pegaba. “Uno agarrándole y el otro pegándole”, ha señalado. Aunque ha aclarado que no vio a Catherine golpear a Samuel.

Lina también ha recordado cómo Diego Moaña amenazó a Samuel, diciéndole “te voy a matar” después de que este preguntara por qué le había insultado. Fue entonces cuando, según la testigo, Diego se lanzó sobre Samuel y otra persona se sumó a la agresión.

La amiga de la víctima ha descrito la actitud de Catherine en el momento del suceso como “agresiva” y aseguró que la acusada la empujó en el momento que intentó ayudar a Samuel y que en un momento dado le espetó: “tú lárgate de aquí que no pintas nada”.

Persecución y brutalidad

Lina ha explicado entre lágrimas que una multitud se sumó a la agresión y que no pudo hacer nada para detener los golpes que estaba recibiendo Samuel. Añadió que un hombre senegalés fue quien lo levantó tras los primeros ataques. “Pensamos que iba a acabar todo y por eso Samuel me pidió que le fuese a por el móvil”, comentó.

No obstante, dijo que al ver personas corriendo intuyó “que iban a por él otra vez”, por eso Lina pidió ayuda. Pero “en cuestión de segundos ya estaba en el suelo”, relató, refiriéndose al momento en que encontró a Samuel desplomado.

Otra testigo, Vanesa, amiga con la que Samuel y Lina estaban haciendo una videollamada en ese momento, corroboró lo dicho por Lina. “Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón de mierda”, fue lo que escuchó a través del teléfono antes de que la llamada se cortara cuando Lina salió corriendo para pedir ayuda.

 “Vimos un grupo de chicos pateando”

Por otro lado, Ibrahima Diack, uno de los dos senegaleses que intentaron auxiliar a Samuel Luiz, ha expuesto en el juicio que cuando llegaron al lugar, vieron a “un grupo de chicos pateando” a Samuel, quien ya estaba “cubierto de sangre” y “no podía defenderse”.

Diack ha confirmado que los golpes continuaron durante la persecución que llevó a Samuel al suelo por segunda vez en el paseo marítimo. “Pensamos que era una pelea, pero los chicos lo estaban rodeando, y vimos a otro chico en el suelo al que le estaban dando patadas”, dijo sobre el primer momento de la agresión. “Yo lo agarré para parar, pero los chicos lo estaban rodeando”.

 

Primer día del juicio el pasado miércoles 16 de octubre | EUROPA PRESS

Ibrahima también ha declarado que intentó proteger a Samuel mientras Magatte Ndiaye, el otro hombre que intervino, trataba de impedir que los agresores siguieran golpeando a la víctima. “Nos perseguían sin parar. Si hubieran parado, Samuel no habría caído donde cayó”, ha señalado Diack, quien también recibió algunos golpes durante el incidente.

Por su parte, Magatte ha confirmado haber visto una “paliza” propinada por siete u ocho personas. A pesar de sus esfuerzos por detener a los agresores, la violencia no cesó hasta que Samuel quedó tendido en el suelo, inmóvil. Emocionado, Magatte ha podido identificar a los acusados en el juicio, aunque precisó que en el momento no pudo reconocerlos a todos en la sede policial, y también ha reiterado que no puede confirmar si todos los acusados golpearon a Samuel.

Los cinco acusados enfrentan penas de entre 22 y 27 años de cárcel por asesinato con agravante de ensañamiento y alevosía. A Catherine Silva y Diego Moaña se les imputa además el agravante de discriminación por orientación sexual, y a uno de los acusados se le atribuye también el robo del móvil de la víctima.

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