En sus 50, Lucía Sánchez y Sofía Rendal se encontraron en un punto de inflexión: reinventarse o rendirse. Con el peso de la crisis económica y la falta de oportunidades laborales, decidieron apostar por su propia marca de moda, Jerolas y Josefas. Desde el municipio coruñés de Curtis han creado un proyecto que desafía el edadismo y reivindica el valor del rural gallego a través de diseños inspirados en su tierra, sus tradiciones y sus mujeres.
«Nosotros somos de tierra, de vacas y de campesinas, y eso es lo que nos dio la riqueza, nuestra esencia, nuestra raíz, y no vamos a abandonar ni raíces ni orígenes», explica Lucía. Su historia es la de dos amigas de la infancia que decidieron crear algo propio. Lucía tenía una tienda de ropa multimarca, pero la crisis económica golpeó el negocio. «Cuando una crisis dura más de dos años, es imposible aguantar. Tuve que empezar desde menos uno y se me ocurrió hacer bolsos», recuerda. Sofía creyó en el proyecto desde el principio y se sumó al 50% para expandirse.
Aprender a coser a los 50
Aprendieron a coser con la ayuda de una modista del pueblo e hicieron cursos. «Fue un camino muy lento y no fue de la noche a la mañana», asegura Sofía. La marca ganó visibilidad tras obtener un premio en el certamen +50 Emprende con el que consiguieron un dinero que invirtieron en el negocio.
Diseñan juntas cada prenda. «Miramos lo que nos gusta, lo que queremos y vamos entre las dos haciendo», cuenta Lucía. Confeccionan a mano los abrigos, vestidos y gabardinas, mientras que las camisetas y sudaderas las mandan imprimir. Todo está hecho en Galicia, con una producción pequeña y cuidada.
El nombre de la marca tiene su historia. «Jerolas viene de ‘Jerolo’, porque cuando estaba con la crisis estaba perdiendo la cabeza de no saber para dónde tirar», cuenta Lucía entre risas. «Y Josefas, porque todos tenemos una abuela, una tía, una madre que trabajó sin descanso», añade Sofía.
Venden su ropa en el antiguo local de Lucía, en su tienda online y en ferias artesanales por toda Galicia y otras ciudades de España. Es esto último lo que les gusta: interactuar con la clientela. «La gente nos dice que les encantan nuestras cosas, y eso te anima a seguir», explica Sofía. Participan en eventos como el Mercado das Nubes, Mercado da Estrela, Meninas de Canido, Feira do Melindre, Feira do Queixo, Mercazoco en Oviedo, Palacio de Santa Bárbara en Madrid, Murmarxinal en Ourense, Feira das Nenas, la de artesanía en Outeiro de Rei, MercaenCoruña, Solo Orzán y muchos otros. «En verano recorremos mercados de diseño por la zona de playas».
Con 56 y 58 años, siguen trabajando sin «descanso. Trabajan los sábados y domingos, pero lo único que piden es «es llegar a la jubilación y vivir dignamente», dice Lucía, aunque, con ironía, añade: «Si no la siguen extendiendo, claro».
