El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, ha explicado que el plan actual para la fiesta de fin de año en la Praza do Obradoiro consistirá «en 2.500 personas asistentes repartidas en áreas separadas entre sí», con control previo de pasaporte covid.
Ante la evolución de los contagios por coronavirus y a la espera de las decisiones que tomen las autoridades autonómicas, Bugallo ha expuesto en rueda de prensa este lunes el plan municipal para mantener la fiesta de despedida de 2021 a los pies de la Catedral, de forma que la gente no estará toda junta, sino «en diferentes ámbitos en los que se dividirá la plaza».
Ante la pregunta de si la asistencia va a ser con entrada previa, el alcalde ha admitido no poder concretarlo, pero ha avanzado que «en principio es probable que sí lo sea». Bugallo ha comparado esta medida con la que han tomado en Madrid, mencionando que en la capital acaban de aprobar «7.000 personas en la Puerta del Sol», la cual tiene 10.000 metros cuadrados útiles, mientras que la Praza do Obradoiro cuenta con 6.700 metros cuadrados.
«7.000 personas en la Puerta del Sol son bastantes más que 2.500 en la Plaza do Obradoiro», ha argumentado el regidor compostelano. Sin embargo, ha matizado que estarán atentos a las «decisiones que tome el comité clínico», convocado para las 18:00 de este lunes, por si hay que hacer modificaciones o tomar medidas.
Evolución de la COVID-19
En cuanto a la evolución del covid, el alcalde ha explicado que en la zona sanitaria de Santiago este domingo había 941 casos activos, lo que supone un récord histórico que es cuatro veces más que en la misma fecha del año anterior. «Previsiblemente hoy (por este lunes) se superarán los 1.000 casos activos», ha añadido.
Sin embargo, ha remarcado que desde el punto de vista de la ocupación hospitalaria, el domingo había 18 camas ocupadas en toda la zona sanitaria, cuatro en UCI y 14 en planta. Por ello, «las personas atendidas en hospitales son algo menos de un uno por ciento del número de casos totales».
En cuanto al aumento de la presión asistencial que se ha registrado en las últimas semanas, Bugallo ha dicho que es algo que «toca cerca a todos» y que «es evidente» que en la atención primaria hay un «cierto colapso».
El alcalde ha explicado que conoce «de primera mano» centros de salud de las zonas rurales próximas a Santiago en los que los médicos están acabando a «las 4:30 y 5:00 de la tarde» su jornada laboral porque «no dan abasto a atender a los pacientes». Ha admitido desconocer si en las zonas urbanas sucede lo mismo. Por ello, ha aprovechado para «agradecer el esfuerzo que hacen los profesionales» y «lamentar» que estén tan escasos de medios humanos.