El Gobierno local de Muxía llevará al próximo pleno una propuesta para proteger los secaderos de congrio de la familia Diz, que acaba de recibir una sanción de 5.001 euros por haber vulnerado la normativa de seguridad alimentaria al poner en práctica esta técnica tradicional.
La intención del Gobierno local es convertir este espacio en un lugar divulgativo, un centro de interpretación, para dar a conocer esta técnica ancestral tanto a los vecinos como a los turistas, garantizando también «un mínimo porcentaje de producción», imprescindible para poder mostrar el proceso.
«Con esto se garantizaría la subsistencia de esta empresa, así como de un bien inmaterial sin precedentes en toda Galicia y símbolo de Muxía», ha destacado el alcalde, Iago Toba, quien se reunió este martes con la familia Diz para alcanzar un acuerdo que les permita seguir adelante con su actividad.

El regidor mantuvo previamente reuniones con la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán Parrondo, y el delegado territorial de la Xunta de Galicia, Gonzalo Trenor, para intentar alcanzar una solución e impedir «la extinción del oficio». Así, aunque la Xunta «mostró siempre buena voluntad», los hechos «son los que son y no nos podemos quedar quietos».
Así, desde el Gobierno local piden consenso en la Corporación para evitar «el olvido de una técnica de la que vivieron varias familias de la localidad durante cientos de años».