Desde finales de noviembre, otro de los cedros centenarios que flanquean la praza de Amboaxe presenta por su copa un tono diferente en las acículas y una pérdida de las mismas. Razón por la que se encuentra bajo la atenta mirada de la concellería Medio Ambiente de Ferrol y de los vecinos. El ejemplar en cuestión, es el que está ubicado en la intersección de las calles María y Arce. La conífera podría enfrentar el mismo destino que los otros dos árboles de la fila de cinco que bordea la plaza por la calle María, que tuvieron que ser talados en los últimos años.
El concelleiro de Medio Ambiente, José Tomé, ha detallado que “a finais do pasado mes de novembro realizouse unha inspección rutinaria de control do estado das copas dos cedrus deodara na praza de Amboaxe na que se apreciou un lixeiro cambio de cor das acículas deste cedro, xunta cunha perda das mesmas dende a parte interior das polas cara a parte exterior das mesmas, máis acentuado nas polas máis altas”.
Ante la situación de sequía repentina, los técnicos municipales han llevado a cabo una inspección visual más detallada del árbol y su entorno, y en ese primer examen no se han detectado en la copa plagas que pudieran afectar a la defoliación del árbol.
En ese sentido, y con intención de hacer un seguimiento más exhaustivo, desde noviembre se han ido realizando inspecciones semanales para comprobar la evolución de la afección. Así pues, los funcionarios municipales han detectado que se ha producido una defoliación del ejemplar que provocado la sequía del 80% de la copa. Estas inspecciones visuales se han trasladado al resto de ejemplares de la especie en la plaza que, por el momento, no presentan ningún trastorno.
El concelleiro ha avanzado que el gobierno local se encuentra a la espera de los resultados que envíe el departamento de fitopatología del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (A Coruña) para dilucidar cuáles pueden ser los motivos de este secado, fuera de lo común para esta especie, y las posibles actuaciones a seguir con objeto de tratar la afectación de la conífera.
En los últimos meses los cedros de la plaza han llegado a dar algún susto: en octubre una rama cayó sobre un coche estacionado en la zona, rompiendo su limpiaparabrisas. No hubo que lamentar víctimas.
