El Parlamento gallego ha aprobado este martes una ley pionera que convierte a Galicia en la primera comunidad autónoma en regular el uso de la inteligencia artificial (IA). La normativa ha salido adelante con el respaldo del PP y del PSdeG, que ha otorgado su apoyo con matices, mientras que el BNG y el diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, se han abstenido.
Esta nueva legislación establece directrices para el uso de la IA tanto en la Administración pública como en los servicios públicos, además de fomentar su implementación en el sector empresarial.
El conselleiro de Facenda e Administración Pública, Miguel Corgos, ha seguido el debate desde el hemiciclo y ha celebrado la aprobación de la norma con una “amplia mayoría”. En sus declaraciones, ha destacado que Galicia es la primera administración pública en España y una de las primeras regiones en Europa en contar con un marco legal para garantizar los derechos y la seguridad en el uso de la IA. Según Corgos, esta ley permitirá mejorar los servicios públicos, agilizar los trámites y garantizar la accesibilidad y la seguridad.
Uno de los aspectos clave de la norma es la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda solicitar la revisión de un trámite realizado con IA por parte de una persona. Además, se impulsarán programas de formación y capacitación para la ciudadanía y sectores económicos, con el objetivo de mantener a Galicia en la vanguardia tecnológica y fomentar el desarrollo económico en este ámbito.
La ley también contempla la creación de organismos específicos para supervisar la implantación de la IA, como una oficina y un consejo autonómico, así como la figura de un comisionado encargado de prevenir y gestionar los riesgos asociados a esta tecnología.
«Apoyo crítico» del PSdeG y abstención del BNG
El diputado popular Julio García Comesaña ha defendido la norma con determinación durante el debate, mientras que el PSdeG ha decidido cambiar su postura y apoyarla, a pesar de haber votado en contra en la comisión parlamentaria previa. No obstante, los socialistas han calificado su respaldo como un «apoyo crítico», argumentando que la ley presenta avances insuficientes.
Julio Abalde, en representación del PSdeG, ha explicado que esta decisión responde a una actitud de «oposición constructiva», aunque ha señalado que quedan muchas cuestiones pendientes. «Se apostó por el diálogo y no por la confrontación», ha afirmado.
Por su parte, el diputado del BNG Daniel Castro ha reconocido la importancia de regular la IA, pero ha considerado que la ley es poco ambiciosa y presenta diversas carencias, por lo que su grupo ha optado por la abstención.
En respuesta, García Comesaña ha defendido el proceso de diálogo y negociación que ha acompañado la tramitación de la ley y ha subrayado la importancia de aplicar la IA para mejorar los servicios públicos en función de las necesidades de la ciudadanía y las empresas.
Críticas de A Mesa
Por su parte, A Mesa pola Normalización Lingüística ha criticado que la normativa deja fuera el gallego al no contemplar su uso en los sistemas de inteligencia artificial. En un comunicado, la entidad ha denunciado que se ha regulado el régimen jurídico de la IA sin tener en cuenta la lengua gallega ni garantizar su presencia en la interacción entre la Administración y la ciudadanía.
«A pesar de señalar que se respetarán todos los derechos reconocidos o atribuidos a la ciudadanía, ninguno de los derechos que se enumeran en el proyecto guarda relación con el derecho al uso de la lengua propia o con la garantía de este derecho, facilitando su presencia y disposición en los sistemas de IA», ha señalado la asociación.
Para A Mesa, esta situación es «insostenible». Su presidente, Marcos Maceira, ha calificado de «llamativo» que en un contexto de «emergencia lingüística extrema», la Xunta no contemple medidas específicas para garantizar el uso del gallego en la IA.
